Allí me colé y en tu fiesta me planté, es lo que nos decía una jovencísima Ana Torroja allá por los 80.
Pero ¿que hubiera pasado si los padres del que montaba la fiesta se hubieran percatado de la jugada?, ¿que hubiera sido de esta pequeña gorroncilla?
Pues que sin ninguna duda, habría buscado otra fiesta en la que colarse y poder seguir gorroneando. Y es que los buscavidas nunca se quedan a la interperie.
Sed buenos y espero no os comáis mucho el coco con mi moraleja.
Besos y abrazos.